Imagina que tu ISP considera que el precio que pagas por internet no es suficiente para la cantidad de inversión que realizan por mantener sus redes.
Imagina que el ISP ve como Google, Netflix, Amazon o Facebook se llevan un dinero por publicidad y servicios usando una red que ellos proveen sin pagar peajes.
Olvida el significado de proveer.
Imagina que tu gobierno (o el yanki y después el resto) legisla que quien te vende internet pueda discriminar el tráfico para que ciertos servicios vayan más rápido o que otros directamente no funcionen.
Olvida tus derechos al secreto en las comunicaciones.
Imagina packs de contenidos en función del uso de la red que hagas.
Olvida que la televisión se muere porque coarta así tus posibilidades.
Olvida el internet que conoces.
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