Trabajar en varios ordenadores cada día y no tener que depender de la nube para tener todo sincronizado, es posible.
Es una afirmación aparentemente ridícula en 2015, pero tener copias triplicadas de cosas que comparar es un horror por el que cualquiera con un ordenador, y un par de usb’s, ha sufrido alguna vez.
Para solventar este problema, uso una combinación de software peculiar, pero funcional, que me permite moverme sin miedo a saber cual es la última versión.